A finales de los años 80 la agencia espacial europea (ESA) estaba desarrollando el transbordador espacial Hermes. Se trataba de un proyecto liderado por Francia que suscitaba todo tipo de recelos en el resto de socios de la agencia, pero eran los años de la construcción europea y el eje francogermano, así que nadie se atrevía a cuestionar seriamente la viabilidad de un avión espacial que debía garantizar a Europa el acceso independiente al espacio. El desarrollo del Hermes coincidió con la puesta en marcha del proyecto de la estación espacial estadounidense Freedom, en la que Europa debía participar con el módulo Columbus. Pero Francia también mantenía buenas relaciones en materia espacial con la Unión Soviética. En 1982 Jean-Loup Chrétien se convirtió en el primer francés en el espacio y en la primera persona de Europa occidental que viajó al espacio a bordo de una nave espacial soviética. La política de la perestroika de Gorbachov favoreció aún más el clima de colaboración entre ambos países y en 1987 se propuso que el Hermes volase a la estación espacial soviética Mir, que había sido lanzada el año anterior. Para entonces la pequeña lanzadera europea había sufrido numerosos cambios de diseño y objetivos, así que la posibilidad de realizar misiones adicionales a otra estación espacial además de a la Freedom y la posible miniestación europea MTFF podía servir para afianzar los apoyos políticos al Hermes fuera de Francia. En 1989 y 1990 se produjeron varios encuentros oficiales entre Glavkosmos —la organización soviética encargada de comercializar los vuelos espaciales fuera de la URSS— con la ESA y el CNES francés. Como resultado de los mismos se acordó desarrollar un traje extravehicular conjunto que podría usarse tanto en la futura estación Mir 2 como en el transbordador soviético Burán y el Hermes. La escafandra sería conocida como EVA-2000 y luego como EVA Suit 2000. Del mismo modo, después de varias idas y venidas, el traje intravehicular que usarían los tres astronautas del Hermes sería la escafandra Strizh del Burán y se emplearía en conjunción con con el asiento eyectable K-36RB, aunque con modificaciones europeas. Para viajar a la Mir el Hermes iría equipado con un módulo propulsivo diferente al que debía llevar para sus misiones a la plataforma MTFF o a la estación Freedom. El motivo es que la estación soviética se hallaba en una órbita mucho más inclinada (56º) y, por lo tanto, menos favorable energéticamente. La fecha de la primera misión del Hermes a la Mir fue retrasándose y no se esperaba que tuviese lugar antes de 1999, pero para entonces la URSS planeaba tener lista la estación Mir 2. A finales de los 80, e incluso después de la caída de la URSS en 1991, la ESA estrechó más y más sus relaciones con la industria aeroespacial rusa en un desesperado intento por salvar el programa Hermes. Lamentablemente, el Hermes sería cancelado en 1993 —curiosamente, el mismo año que el programa Burán—, así que nunca pudimos contemplar la imagen de tres astronautas europeos descendiendo del Hermes en el aeropuerto de Almería después de realizar una misión a la estación Mir… ni a ninguna otra. FUENTE: danielmarin.naukas.com/
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Jaume Satorra
El hombre no posee el poder de crear vida. No posee tampoco, por consiguiente, el derecho a destruirla. (Mahatma Gandhi)
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Abril 2019
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