Así lo asegura una fuente de la industria espacial rusa que prefiere mantenerse en el anonimato. Rusia no descarta que se trate de un intento de sabotaje. El agujero que causó la pérdida de hermeticidad de la Soyuz MS-09 adosada a la Estación Espacial Internacional (EEI) fue taladrado después de que la nave fuera totalmente ensamblada, afirmó hoy una fuente de la industria espacial rusa citada por la agencia oficial TASS.
m "El agujero lo taladraron cuando el aparato ya había sido ensamblado", dijo la fuente, que habló en condiciones de anonimato. Agregó que Energuia, la corporación rusa fabricante de naves espaciales tripuladas y de carga, decidió revisar las Soyuz y los cargueros Progress que se encuentran en proceso de ensamblaje o ya han sido enviados al cosmódromo de Baikonur (Kazajistán). m "Esto se refiere a las Soyuz MS-10 y MS-11, que serán lanzadas rumbo a la Estación Espacial Internacional en octubre y diciembre (de este año), respectivamente. También será revisado el carguero Progress MS-10, que será enviado a la EEI en octubre", precisó la fuente. m De momento, añadió que la investigación que lleva a cabo Energuia no ha podido dar aún con los responsables que efectuaron un agujero de dos milímetros de diámetro con un taladro en una de las cuadernas de la Soyuz MS-09. Lo único que tienen claro las autoridades rusas es que la perforación fue hecha desde el interior del casco de la nave. m Encontrar al autor, una "cuestión de honor" m En la investigación trabajan dos comisiones, una interna, del fabricante de la nave, y una creada por Roscosmos, la agencia espacial rusa, cuyo director general, Dimitri Rogozin, señaló el pasado lunes que hallar a quien practicó el agujero es una "cuestión de honor". "¿Dónde se realizaron esa acciones? ¿En tierra o en el espacio? No descartamos nada", dijo Rogozin, quien aseguró que sin falta se conocerá el nombre y apellido del culpable de la pérdida de hermeticidad de la nave. m No descartó que el agujero fuera producto de "acciones premeditadas", en alusión a un posible sabotaje. El diputado y excosmonauta ruso Maxim Suráyev llegó a adelantar la hipótesis de que el casco de la Soyuz pudo haber sido taladrado por un miembro de la tripulación de la EEI fuera de sus cabales, ansioso de regresar a la Tierra. m Más tarde, Suráyev matizó sus palabras y declaró que no duda de la profesionalidad de los cosmonautas ni de los constructores de las naves, pero subrayó que, cualquiera que sea la causa, la aparición de un agujero en una Soyuz es un "desastre". m La fuente citada hoy por TASS indicó que la comisión de Energuia informará el próximo lunes a Rogozin de los resultados de su investigación. Por su parte, el portavoz de Roscosmos, Vladímir Ustimenko, declaró que la agencia espacial no hará comentarios sobre el asunto hasta que se hagan públicos los resultados de las investigaciones. m Sin peligro para la tripulación m El miércoles de la semana pasada los sistemas de la EEI detectaron una pequeña pérdida de presión producto de un diminuto agujero en el casco de la Soyuz MS-09, que en un primer momento Roscosmos atribuyó al impacto de un micrometeorito. Los cosmonautas rusos que se encuentran a bordo de la plataforma espacial, Oleg Artémiev y Serguéi Prokópiev, repararon la fuga, tras lo que verificaron en dos ocasiones, con un intervalo de varias horas, la hermeticidad del casco la nave. m La agencia espacial rusa indicó que el percance en ningún momento puso en peligro a la tripulación de la EEI. Además de los cosmonautas Artémiev y Prokópiev, a bordo de la plataforma orbital se encuentran los estadounidenses Drew Feustel, Ricky Arnold y Serena Auñón-Chancellor, y el alemán Alexander Gerst, de la Agencia Espacial Europea. m La EEI, un proyecto de más de 150.000 millones de dólares en el que participan 16 naciones, actualmente está integrada por 14 módulos permanentes y órbita a una velocidad de más de 27.000 kilómetros por hora a una distancia de 400 kilómetros de la Tierra.
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A finales de los años 80 la agencia espacial europea (ESA) estaba desarrollando el transbordador espacial Hermes. Se trataba de un proyecto liderado por Francia que suscitaba todo tipo de recelos en el resto de socios de la agencia, pero eran los años de la construcción europea y el eje francogermano, así que nadie se atrevía a cuestionar seriamente la viabilidad de un avión espacial que debía garantizar a Europa el acceso independiente al espacio. El desarrollo del Hermes coincidió con la puesta en marcha del proyecto de la estación espacial estadounidense Freedom, en la que Europa debía participar con el módulo Columbus. Pero Francia también mantenía buenas relaciones en materia espacial con la Unión Soviética. En 1982 Jean-Loup Chrétien se convirtió en el primer francés en el espacio y en la primera persona de Europa occidental que viajó al espacio a bordo de una nave espacial soviética. La política de la perestroika de Gorbachov favoreció aún más el clima de colaboración entre ambos países y en 1987 se propuso que el Hermes volase a la estación espacial soviética Mir, que había sido lanzada el año anterior. Para entonces la pequeña lanzadera europea había sufrido numerosos cambios de diseño y objetivos, así que la posibilidad de realizar misiones adicionales a otra estación espacial además de a la Freedom y la posible miniestación europea MTFF podía servir para afianzar los apoyos políticos al Hermes fuera de Francia. En 1989 y 1990 se produjeron varios encuentros oficiales entre Glavkosmos —la organización soviética encargada de comercializar los vuelos espaciales fuera de la URSS— con la ESA y el CNES francés. Como resultado de los mismos se acordó desarrollar un traje extravehicular conjunto que podría usarse tanto en la futura estación Mir 2 como en el transbordador soviético Burán y el Hermes. La escafandra sería conocida como EVA-2000 y luego como EVA Suit 2000. Del mismo modo, después de varias idas y venidas, el traje intravehicular que usarían los tres astronautas del Hermes sería la escafandra Strizh del Burán y se emplearía en conjunción con con el asiento eyectable K-36RB, aunque con modificaciones europeas. Para viajar a la Mir el Hermes iría equipado con un módulo propulsivo diferente al que debía llevar para sus misiones a la plataforma MTFF o a la estación Freedom. El motivo es que la estación soviética se hallaba en una órbita mucho más inclinada (56º) y, por lo tanto, menos favorable energéticamente. La fecha de la primera misión del Hermes a la Mir fue retrasándose y no se esperaba que tuviese lugar antes de 1999, pero para entonces la URSS planeaba tener lista la estación Mir 2. A finales de los 80, e incluso después de la caída de la URSS en 1991, la ESA estrechó más y más sus relaciones con la industria aeroespacial rusa en un desesperado intento por salvar el programa Hermes. Lamentablemente, el Hermes sería cancelado en 1993 —curiosamente, el mismo año que el programa Burán—, así que nunca pudimos contemplar la imagen de tres astronautas europeos descendiendo del Hermes en el aeropuerto de Almería después de realizar una misión a la estación Mir… ni a ninguna otra. FUENTE: danielmarin.naukas.com/
La pequeña despresurización ocurrida en la estación espacial internacional (ISS) el pasado 29 de agosto fue debida a un defecto de fabricación y no a la acción de un micrometorito o una partícula de basura espacial. En realidad, desde el primer momento la hipótesis de que el pequeño agujero de dos milímetros de diámetro en la Soyuz MS-09 había sido causado por un choque con un objeto externo había quedado en entredicho por las imágenes y declaraciones de los propios astronautas a bordo de la ISS que comentaban que podían ver la pared exterior del módulo orbital de la Soyuz a través del agujero. Los bordes limpios y lisos del agujero tampoco coincidían con lo que cabría esperar en el caso de un impacto. Recordemos que el orificio que causó la alarma fue descubierto en la zona del «baño» del módulo orbital de la Soyuz MS-09. La tripulación procedió a repararlo rápidamente usando una gasa médica impregnada en resina epoxi. Desde el día del incidente los técnicos de Roscosmos y la empresa RKK Energía —fabricante de la nave— han investigado las causas de la despresurización. Pero, aunque el informe final todavía tardará en publicarse, no hace falta esperar. El mismísimo jefe de Roscosmos, Dmitri Rogozin, ha declarado que el suceso fue causado por un fallo de fabricación de la Soyuz. Ante este anuncio, nos pueden asaltar varias dudas. La primera, ¿cómo es posible que el agujero se haya manifestado casi tres meses después del lanzamiento? La respuesta no está del todo clara, pero todas las fuentes señalan a que el culpable pudo ser un trabajador de RKK Energía que taladró el agujero por error —o lo hizo mal— y en vez de comunicar la equivocación a sus superiores decidió callarse y taparlo con cola. De ser así, la cola habría servido de tapón provisional durante meses hasta que las tensiones térmicas propias de un vehículo espacial sometido a repetidos ciclos entre la noche y el día terminaran por romperlo. También hay que decir que la industria aeroespacial rusa tiene cierta tendencia malsana a buscar chivos expiatorios en forma de trabajadores aislados para evitar la ira del Kremlin en vez de buscar el problema en los controles de calidad o en la adecuación de la formación recibida por el personal. Antes de cada vuelo todas las Soyuz y Progress son sometidas al vacío en la cámara 17T523 situada en el edificio MIK-OK del Área 254 del cosmódromo de Baikonur. Evidentemente la cola, o sea lo que fuese que tapaba el agujero, también aguantó esta prueba, así que habrá que incorporar nuevos pasos para verificar la calidad del montaje de estos vehículos, además de la bronca de Rogozin de rigor que sin duda veremos más pronto que tarde. Después de la despresurización, las reservas de la nave de carga Progress MS-09 acoplada a la ISS se usaron para incrementar la presión de la estación en 11 mmHg y compensar así el aire perdido. Desde entonces la presión interna de la ISS se mantiene a 735 mmHg. El agujero del módulo orbital no da directamente al exterior de la estación porque detrás de la estructura de presión se encuentran los paneles para el blondaje antimeteoros (MMOD) y las mantas térmicas que cubren el vehículo, así que nadie se imagine a un astronauta sacando su dedo por fuera de la Soyuz. Pero a efectos prácticos, obviamente esto da igual. Afortunadamente, el agujero no solo es pequeño, sino que no parece haber dañado la estructura de forma significativa. Esperemos que no se vuelva a repetir.
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Jaume Satorra
El hombre no posee el poder de crear vida. No posee tampoco, por consiguiente, el derecho a destruirla. (Mahatma Gandhi)
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Abril 2019
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